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Humanizar la medicina

La pandemia de COVID 19 trajo consigo la necesidad de ponerle nombres y rostros tanto a quienes padecen la enfermedad como a quienes están en la primera línea de batalla trabajando para salvar vidas. El Dr. Nicolás Nin, médico intensivista e investigador, especializado en patologías respiratorias e integrante de HUCI (Humanizando los cuidados intensivos), es también uno de los coordinadores de los Centros de Referencia COVID de nuestro país y en esta charla nos acerca esta realidad explicándonos cómo desde su especialidad y su rol de liderazgo está trabajando para hacer que la medicina sea más humana.

En la conversación que Zonabarrios mantuvo con el Dr. Nin, quien además es vecino de la zona, quisimos saber cómo ha vivido la experiencia de este año y medio de combate a una de las mayores pandemias que ha vivido el mundo moderno.
«El equipo asistencial pasó por varias etapas, al principio mucha incertidumbre y miedo por tener que enfrentarnos a una enfermedad desconocida, cruel, letal y con una alta tasa de contagio para el personal sanitario. Después vino una etapa de aprendizaje y normalización de la situación, en la cual el trabajo en equipo es fundamental para poder enfrentar la enfermedad de manera multidisciplinaria», consigna el médico.


A lo largo de estas etapas, la pandemia ha puesto sobre la mesa la necesidad de humanizar la medicina, un tema que pareciera, en principio, tener dos ejes bien diferenciados que son los pacientes y el personal de la salud. El Dr. Nicolás Nin, quien además de trabajar en Uruguay ha desarrollado la medicina y la investigación en medicina fuera del país en centros hospitalarios de España, nos cuenta que «esta disciplina aborda muchas aristas, por ejemplo la comunicación médico-paciente-familia que es clave, pero también el bienestar de los pacientes y el acompañamiento de las familias en el proceso de enfermedad de un ser querido, entre otros puntos. A nivel del personal de salud, se ha visto como al mejorar su calidad de vida y su calidad de trabajo (multiempleo, cansancio físico, burnout, etc) también beneficia la atención a los pacientes».

La mano del amor
No caben dudas que la fortaleza espiritual y afectiva de las personas es un factor de
peso, ya sea como pacientes o como personal de salud sometido a grandes niveles de estrés e incertidumbre. Hace un tiempo se hizo viral en redes sociales un video con la idea de una enfermera brasileña que necesitaba medir la saturación de oxígeno de un paciente, pero sus manos estaban tan frías que resultaba imposible. Trató de calentarlas sin éxito con vendas y algodones hasta que se le ocurrió un original sistema llenando unos guantes con agua caliente, que simulaban una mano humana que envolvía la mano del enfermo. Así, en tres minutos, obtuvo el resultado esperado. Su invento acabó ofreciendo consuelo emocional al paciente, y la imagen que compartió tiempo después en redes sociales, se convirtió en un símbolo de humanización de la pandemia bautizado como «la mano del amor» o «la mano de Dios». Al ver que funcionaba, lo repitió con otros pacientes, y según distintos relatos, el ejemplo fue replicado en todas partes del mundo.

Esta particular historia nos llevó a preguntarle al Dr. Nin cuál era su «mano de Dios», y el doctor nos responde que «sin duda esta pandemia es una gran puesta a prueba para nuestras fortalezas espirituales y afectivas. El apoyo de nuestras familias y amigos es muy importante para sobrellevar estos momentos tan duros que nos toca vivir con esta enfermedad tan cruel. La mano de Dios en mi caso es toda la ayuda que nos han dado varias organizaciones incluyendo ‘Nos cuidamos entre todos’ que donaron respiradores y la CPP y el ‘Old Christians Club’, que donó materiales, entre otras», destaca, acerca de estos aportes tan valiosos.

La humanización de la medicina es una disciplina que se estudia desde hace tiempo en otros países y que está tomando relevancia a nivel académico también aquí en Uruguay. El trabajo multidisciplinario es fundamental a la hora de mejorar la atención del paciente y la calidad de trabajo del personal sanitario. Según nos cuenta el Dr. Nin «uno de los efectos colaterales del COVID es el aislamiento de los pacientes que están alejados de sus familias. Esto provoca efectos negativos emocionales y dificulta la recuperación tanto psicológica como física. Uno de los temas para humanizar los CTI es permitir las visitas presenciales con las familias de manera organizada, tener en cuenta que las video llamadas son de gran utilidad, así como permitir —si el paciente está despierto— que conserve su teléfono y se pueda comunicar en todo momento con sus seres queridos. El trabajo del área psicosocial es fundamental en la planificación de las visitas y en el apoyo psicológico a las familias, a los pacientes y al personal».

En este sentido, y pensando en la post pandemia, se está trabajando en mecanismos de contención para el personal de la salud. A propósito, Nicolás destaca que «uno de los puntos más importantes para la contención del personal es darles un entorno seguro para el trabajo y un liderazgo claro con procedimientos bien establecidos. Concomitantemente estamos trabajando en varias áreas como son los talleres de resiliencia y de herramientas para poder sobrellevar esta situación, en este caso, junto a la fundación Humaniza Josefina. A su vez, también se están realizando intervenciones y apoyo desde el área psicosocial a todo el personal que lo necesite, sumando otros aportes de gran valor como las mejoras de las áreas de descanso y la utilización del Shiatsu (digitopuntura) para el personal, por la sobrecarga física que implica su labor».

Fundación Humaniza Josefina
Nace con el objetivo de brindar herramientas de mejora continua en el ámbito de la salud en busca de una asistencia sanitaria más humanizada e impulsando un modelo de cuidados centrado en el paciente y su familia.
Surge en 2018 luego de la experiencia de Florencia Krall y Víctor Ruiz como padres de Josefina, una niña de 10 años que atravesó un tratamiento oncológico durante más de un año y medio. Hoy, ella ya no está con nosotros, pero el camino transitado y su huella impulsan este proyecto que está integrado por padres, amigos, hijos, ex pacientes, profesionales y voluntarios que forman un equipo multidisciplinario, liderado por sus fundadores y directores, padres de quien le dio nombre a la organización.

www.humanizajosefina.org

Más allá del gran aporte que como profesional está brindando a toda la sociedad, de las eternas jornadas de trabajo y de su visión y formación como humanizador de la medicina, nos preguntamos cómo es Nicolás en familia, con sus afectos, en sus ratos libres, ¿cómo desconecta de su faceta profesional y qué actividades elige para eso?

Al respecto nos cuenta que intenta estar en su casa y disfrutar de su familia «aunque hace más de un año que es muy difícil la desconexión», confiesa. Agrega que el vivir en este barrio le permite desconectarse y que «el entorno y la naturaleza me permiten poder caminar con mi señora por la noche cuando vuelvo del trabajo o durante el fin de semana. Fuera de la situación de pandemia me gusta el deporte al aire libre como el surf, el rugby de veteranos o poder viajar en familia».

nico.nin
nicolas.nin@gmail.com

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